miércoles, 3 de julio de 2024

La Guerra Está En Curso. Preparaos en vuestros hogares, abandonad todo lo demás

Mensaje de la Santísima Virgen a Myriam Corsini en Carbonia, Cerdeña, Italia, el 19 de junio de 2024

María Santísima.

El Cielo está aquí con vosotros, hijos míos, viene para fortificaros y consolaros. Viene a traeros la Verdad.

Este mundo corrupto ha llegado a su fin, las batallas son incesantes. Los traidores de Dios se han reunido. Prometen el fin de este planeta. Quieren destruir a la Humanidad y al propio planeta en el que habitan. Ni siquiera se tienen en cuenta a sí mismos; están fuera de sí. Satanás ha entrado en ellos y los posee. Hacen cosas sin sentido, cosas que un ser humano, un hijo de Dios, nunca se atrevería siquiera a pensar.

Oh, hijos Míos, estoy aquí con vosotros, soy vuestra Madre Celestial, os abrazo a Mi pecho, os cubro con Mi amor y os sostengo en esta batalla final. Yo misma os guío, llevándoos de la mano, enseñándoos el camino que conduce a la gloria en Dios. Queda poco tiempo, los juegos están jugados, los traidores ya han decidido el día, pero no han contado con su Dios.

Dios Padre es el que dirige la historia, es el que permite hasta cierto punto, luego interviene para decir basta.

Rezad, hijos míos, sin cesar, rezad para que la locura del hombre llegue a su fin. Que todos los hombres se arrepientan, vuelvan a su Dios Creador, renuncien a Satanás, den a esta Humanidad la oportunidad de comprender que lo que hicieron no fue más que una metedura de pata del enemigo, una equivocación, un error que trajo horrores en la guerra fratricida.

Pongo Mi Corazón Inmaculado en vuestro corazón, hijos Míos, quiero haceros vibrar con el Amor de Dios. Dios Me lo ha concedido, ahora se me ha dado el mandato de seguiros y llevaros a Él, victoriosos en Él, porque el plan de Dios Padre en Mí es victorioso en Él.

Trabajad, hijos Míos, trabajad y rezad. Permaneced juntos, compartidlo todo. Haced que este trabajo crezca en el Amor de Dios.

El avaro, el traidor, el hombre que niega a Dios entrará ahora en la gran Tribulación, mientras que los hijos de Dios serán colocados en un lugar seguro donde Dios los guardará en Sí Mismo, donde nada les faltará.

Orad, hijos Míos, ayunad de las cosas del mundo, ayunad de todo lo que el mundo os muestra. Escuchad sólo los llamamientos celestiales y apagad la televisión, no escuchéis la radio, no escuchéis los medios de comunicación, pues todo es falsedad para desviaros de la salvación.

Satanás posee ahora todo lo de este mundo, siempre lo ha poseído, pero ahora ha conseguido poseer incluso a los hijos de Dios, a los que se han dejado deslumbrar por él, por su «grandeza» y por sus falsedades. Han caído en su trampa mortal. ¡Oh, son hijos sin escapatoria!

Hijos míos, ¡qué dolor! ¡Qué dolor! ¡Lloro Mis lágrimas de sangre por vuestra pérdida! ¡Lloro! Primero fuisteis hijos de Dios, luego negasteis a Dios, Le negasteis en vuestro corazón, os entregasteis totalmente a Su enemigo, y Su enemigo os llevará con Él.

La guerra ha comenzado, hijos míos. ¡Preparaos! Preparaos en vuestros hogares, abandonad todo lo demás. Pensad sólo en la oración y en las cosas indispensables para vivir en este poco tiempo que ahora queda. ¡Sed los benditos del Señor! En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Origen: ➥ colledelbuonpastore.eu